lunes, septiembre 29

Cereza pidió

Cefalea de que se me retuercen las ratas en el cráneo se me apretujan los pájaros se picotean las plumas se caen las ideas. Piernas cansadas de que trepo trepo y trepo la llanura (te arrastrás) no, no me arrastro (sí, te arrastrás) pero no me quiero enterar (entonces no estés entera). Shh. Sin manos me agarro del bordecito como puedo (como no quiero, Dorita dejame caer) Callate Fátima les estoy diciendo (mentiras) lo que me pasa. El pecho así porque cuando estás triste y estoy triste un paquidermo se instala en la boca del estómago ( y vos no lo invitás a pasar) ya va a pasar solo (se va a abrir camino y) no importa (y va a romper todo). La piel así porque se acuerda del tacto y se destodo (no es un recuerdo Dora, tu piel está en contacto constante con...) Basta, Fátima, suprimite, dejame hablar (nada más digo que él y tu piel son más o menos lo mismo). No, Fatimita, mi piel se asfixia, Javier es oxígeno. (Hablo de tu piel de verdad) No hables. Como unos pececitos me sobreviven en la sangre me circulan en el aire circulan (son vos) Me sobreviven los pececitos (son él) Son unos nosotros manifestados en branquias y aletas y cosas fresquitas resbaladizas sutiles. Divinos (Ay Dorita sos tan hermosa cuando sos) Calman las ratas los paquidermos las alas la piel. Sueltan las manos abren las puertas curan las rodillas raspadas me circulan me sobreviven (Dora sigue en Dora, todo va a estar bien) Recuerdito (realidad) de tu mano en mi panza toca la puerta y se acumulan los peces en el ombligo. Javier, te siento más que nunca. (Están haciendo trampa metafísica) Ya sé.

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