martes, febrero 1

Intensidad e incertidumbre, las dos cosas que más me enorgullecen y me vuelven más desagradable.

Poco amena y muy Ximena (qué trucazo, ¿no?).

La pasión por el misterio por la angustia y el conflicto pero también la fobia y las ganas de gentrificarme los barrios más peculiares del cerebro. ¿Quién me manda a ser cobarde pero amar las aventuras?

Las estampitas de mi generación
son coyunturales, como todas nuestras religiones,
y se autodestruyen después de 24 horas
alla James Bond meets Mark Zuckerberg.

Pero en realidad no creo en las generaciones
y mucho menos en la mía
así que para qué Allengisberguearla.


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