viernes, noviembre 27

Si uno tiene huesos de vidrio no hay nada que se pueda hacer. Y si tiene pensamientos de mar revuelto. O abrazos de frazadita. No se puede. No hay cirugía capaz de resolver la debilidad de los brazos o la electricidad del cerebro. No hay terapia de electrochoques ni psicoanálisis, y los jarabes se vencen, y uno también. Al final es todo desierto, impunidad y animales muertos. Uno se arrastra y traga arena y quiere morir. No quiere sentirse bien, quiere morir. No quiere trascender los problemas ni alcanzar un oasis ni enamorarse. Quiere morir. Uno tiene huesos de vidrio, y exceso de electricidad en el cerebro, y abrazos de frazadita. Uno está compuesto por los elementos más complejos y pesados del mundo y si tuviera más átomos no sabría qué hacer con ellos. Uno está solo como nunca y tiene la piel fina fina finísima como si fuera papel aluminio y las cosas son todas punzocortantes y Uno tan frágil y el mundo tan bruto. Jamás. Imposible de arreglar. Uno tiene huesos de vidrio, olor a lluvia, pensamientos de mar revuelto. Uno no entiende y no sabe y trata de coordinar pero rompe las cosas. Imposible. Uno es uno solo (desnutrido). y el mundo pesa ocho toneladas.

2 comentarios:

Carla dijo...

es más que genial.

Claroscuro dijo...

Nunca te había leido algo tan... lúcido.

¿Sos de verdad?