lunes, abril 6

A esta altura no tendría que pedirte que no vengas a mis funerales con flores pero allá vos (y acá yo). Este mes celebro uno fuerte al que todavía no sé si te quiero invitar o no. Va a haber café toda la noche y vamos a inhumar algo que todavía no se murió pero ya echa olor. Como siempre, soy mi propia novela de misterio. Nunca es el mayordomo en la biblioteca con el candelabro y siempre es Ximena con neurosis en la senda peatonal. Lo que tengo que entender es que no es grave, y que si es grave quelevasasér.

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