jueves, abril 18

Aunque no sé si existe yo tengo esta fruta en la boca
y la succiono todo baba en mi boquita de puta intergaláctica y
me parece que jamás probé algo más delicioso.
Mi mamá ya me lo había dicho hija
cuidado con el nudo de culebras que te envuelve, cuidado,
el ruido de una culebra te puede matar los jueves.
Te puede dejar estéril.
Te puede lamer los ojos y dejarte ciega
 o fea, tené cuidado.
Los hombres van a decirte cualquier cosa para meterse en tu cama,
asegurate de que te digan lo que vos querés escuchar.
Mi mamá ya me lo había dicho. No succiones frutas que no existen.
A mí nunca un hombre me dijo lo que quería escuchar por suerte.
Por suerte siempre hacen lo que yo quiero,
excepto cuando no quiero que hagan lo que yo quiero,
ahí sí que no sé cómo funciona el asunto.
Mi único vicio es imaginarme muriendo en un melodrama technicolor.
Mi muerte que no es mía conmueve a todas las viudas modernas.
Lo que cae de mi boca no es mi responsabilidad pero sí mi culpa,
pulpa de fruta que no existe,
carnosa y divina como mi melodrama,
carnosa y divina como vos,
carnosa y divina como el orgasmo silencioso para que tu mamá no nos escuche, que a veces me gusta más,
pero nunca sé por qué,
es como cojer con ropa.
Mi única fobia es imaginarme viviendo en una sitcom de la Warner.
Descubrir un día que ya no sé dormir sola,
y que nadie quiere dormir conmigo,
porque nunca me aseguré de que los hombres
me digan las chanchadas que yo quiero, y no otras.
Los montajistas somos así, donde ponemos el ojo ponemos la bala.
Nunca me enamoré de nadie que no estuviera mal de la cabeza. 

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