domingo, julio 4

Fiesta

Me puse fea. Me puse horrenda me puse mi cara de mutante y mi vestido de monstrua y corté lonjas de mi cuerpo. Lonjas gruesas, con un serrucho. Las dejé colgando. También cuando saqué la pava del fuego metí las manos y las tosté, primero las palmas. Me encargué personalmente de garchar mal y de ser vulgar aburrida caotica inestable. Ensayé mi peor voz y mis peores reproches frente a un espejo que me persiguió a todas partes durante unos seis meses y me añejé en una bañera de mierda durante otros dos meses a ver si me mimetizaba. Y lo hice, eh. Me puse fea. Comí pan con manteca durante las últimas dos semanas para duplicar mi peso, y compré pantalones dos talles más chicos y los cerré con quince alfileres que fueron doblándose bajo mi carne todopoderosa uno por uno hasta que fue imposible para cualquier mortal en cualquier espacio-tiempo terrestre no verme el culo. Me agarré dos pesas de medio kilogramo a cada pezón y las tuve conmigo hasta asegurarme de que las tetas me llegaran al ombligo. Y entonces me presenté y dije mucho gusto, je suis la baronesa del buen gusto. Sorbí la sopa. Y todos me vomitaron los pies. Y yo también.
Estuvo bueno.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

interesante...buena vision ja

Claroscuro dijo...

suena como divertido.

...jebumarï... dijo...

wooooowww jaja fiesta total y mucho rock