jueves, marzo 21

Mi hombre que es todo carne y que me mira a los ojos
para cojer
para desayunar
y para mirarme a los ojos
no se parece a nada pero está en todos lados
igual que yo
y conmigo.
Van a venir días soleados y patéticos
con uñas filosas y buenos modales
y con malas intenciones
(o quizás peor
sin intenciones)
se van a apilar
uno atrás del otro pero yo puedo con ellos
y puedo con muchas otras cosas
que ni se les ocurren
y que mejor ni les cuento a ver si todavía.