viernes, diciembre 14

Hace poco me dijiste que había que sobrevivir
Me preocupa
seguir haciendo
un año más
sin entender
la cadencia del tiempo
sin poder
entender
qué es lo que estoy haciendo
cuando hago cosas
sin identificar
qué es lo que falta
en mi pecho
donde en vez de sentir placer
alojo un amor primitivo
un miedo atávico
un bebé serpiente no-nato que no entiende nada
ni quiere
entender
nada
qué es lo que me falta
transito
con el semblante cuidadoso
la paz
destructora
de una viuda
un artificio de misterio
para que la madrugada
o vos
no me descubran
y me saquen brillos metálicos
de flautín desafinado
mientras yo
pretendo
mi pulcritud imposible
en mi ciudad monstruosa
nunca en mi selva monstruosa
quieta
tan quieta
que a veces
ni sé si estoy
y me embarazo de mí misma
eternamente
contracturadamente
y me permito
hacer alguna cosa que me haga daño si total.

No tengo interés en resolver este asunto
más bien estoy orgullosa
de no mentirme
o al menos no tanto
o al menos no siempre
y nunca con palabras
ni mirándome a los ojos.
Pero me gustaría
tener
menos pares de garras
esperando para despanzurrarme
en cualquier momento
ni bien decida
dejar de ser una cobarde.