martes, septiembre 28

Vestiré de gris
en esta ciudad
los murciélagos se vuelven palomas
a la madrugada.
No me gusta.
Vestiré de gris
mis días tiemblan
desde las rodillas hacia abajo
y tienen fiebre
y no dientes.
no te los recomiendo.
Mis tardes se cojen
de pies a cabeza
con la ventana abierta
transpiran.
no existen.
Mis noches son suaves
hay viento y olores
y vientres y estirarse.
no te las comparto.
Vestiré de gris y
acechante
furiosa
palpitante (tu cuerpo no se va a enterar de nada y entonces zas)
vaciaré tus pulmones
para masticarlos
como chicles (tu cuerpo se va a sacudir y en pleno acopio de última bocanada ZAS)
Vestiré de gris.
Mi sangre sirve
para beber
un par de semanas en el desierto.
Eso me gusta.