miércoles, octubre 22
No quiero más merengue. Los pies llenos de ampollas. Las ampollas supuran veneno. No quiero más mambo. El piso debería encontrarse unas mil millas por debajo de mi campo ocupar ( y cuando digo campo ocular estoy hablando de todos mis ojos) Yo no quiero pisarlo más, no tengo ritmo de piso, esto que estoy haciendo no es ser, es hacerse la imbécil. Imbécil. Si sigo así la imbecilidad va a resultar irremontable. No quiero más malambo. ¿Cuándo me toca mamboretá?
jueves, octubre 16
.
el amor con vox dei
que el amor sin ego
sin corbatita de moño
sin rotulitos
sin reprochitos sin
sines.
Que te decía sin boca
que me decías sin miedo
y nos decíamos bien.
Que canción para los días de la vida
que cachorros y que personajes
y que tu olor y
tu pájaro
tu serpiente
mi yo.
Me tengo que estar apretando los lagrimales todo el tiempo
para que no te me escapes
en ser salado.
domingo, octubre 12
Soñé cosas tan feas
lunes, octubre 6
Es posible que las cosas se puedan ordenar de mayor a menor de arriba a abajo de manera cronológica y alfabética de la A al silencio. Por color, por olor, por textura. Apiladitas rotuladas y con la parte que dice frágil pararriba. A vos no te cuesta, claro. Vos mirás las cosas como por encima, las nombrás, les ponés etiquetitas y archivás sus bordes. Cuando te parece apropiado agarrás (con pinzas) alguna y la exhibís como si tal cosa. Las razones de todos aplauden pero nadie se mueve un centímetro ni paracá ni parallá. Notás entonces que se te cayó todo el relleno y que (con pinzas) sostenés un nombre. Livianito y pesadísimo.
Decir bordes no es difícil. A vos no te cuesta nada. Pero a mí me pone tan triste. No el borde, eh, sino el vacío. Me pone tan triste el vacío. El vacío innavegable. El vacío que no da vértigo. El vacío que no anuda el pecho. El vacío que no te moja la cara.
Sos tan triste. Lo peor es que no te cuesta nada. Simplemente te vacías.